martes, 21 de diciembre de 2010

La gran jugada del final

Telefé despide un año en el que el rating no lo acompañó como esperaba. Pese a contar con ficciones sólidas y programas con una gran inversión el canal está a punto de quedar en segunda posición. La estrategia para los próximos meses es apostar a “Gran hermano 2011”.

Cuando hace un año en Telefé todos se disponían a despedir el 2009, una noticia sorprendió a todos sus trabajadores. La dupla conformada por Claudio Villarruel y Bernarda Llorente daba un paso al costado en la conducción de la emisora, dejando atrás diez años de trabajo en los que habían logrado posicionarla como una señal líder.
Por esos días la idea era clara, dejar a Marisa Badía al frente de la gerencia de programación. Así los cambios no serían bruscos para todo el personal dado que Badía era desde hacía tiempo una mujer de la casa y sabía cómo funcionaban las cosas.
Sin embargo aunque todo hacía suponer que las modificaciones no presentarían grandes trastornos, lo cierto fue que la realidad cambió bastante. Pese a contar con grandes apuestas, el canal pareció no encontrar el rumbo en este 2010 y aunque matemáticamente aún tiene posibilidades de quedarse con el rating del año, lo cierto es que perdió muchos espacios que hasta el año pasado tenía ganados.

 
ACIERTOS Y ERRORES
De medirse el éxito en materia numérica sin dudas el 2010 no fue el mejor año de Telefé. Si bien en los primeros meses el canal conservó su primer lugar, ya en la segunda parte perdió ampliamente frente a El Trece con un Marcelo Tinelli imbatible. La tarde se vi¢ complicada con el crecimiento de “Este es el show” y pese al desembarco de “Zapping diario”, el canal perdió uno de sus pilares con el que había hecho frente durante el primer semestre.
Claro, que si el éxito no se midiera en relación al rating y se basara en la calidad de los ciclos, otra hubiese sido la historia. No se puede negar que sus novelas nocturnas, “Botineras” y “Caín & Abel”, así como el unitario “Lo que el tiempo nos dejó” fueron productos cuidados, con una amplia factura técnica y con un elenco que nada tenía que envidiarle a ficciones anteriores. Sin embargo, la gran mayoría de la gente decidió darles la espalda para optar por otro tipo de programas.
Pero los envíos de entretenimiento tampoco tuvieron suerte este año en la pantalla de las pelotitas. “Rico al instante” y “Alto juego” duraron los capítulos que estaban pautados desde un comienzo y pasaron sin pena ni gloria por el aire. Los que salieron mejor parados en este rubro fueron “Justo a tiempo” y “3,2,1 a ganar!”. Luego de defender de manera correcta el “prime time”, Marley migró hacia la tarde donde pudo seguir cosechando seguidores mientras que Julián Weich logró pelearle “casi” de igual a igual a “Malparida”, con sólo unos pocos puntos de diferencia.
Dentro de la franja vespertina sí hay que destacar los trabajos de “Casi ángeles” y la segunda edición de “Telefé noticias” que crecieron en audiencia y se mostraron sólidos en su estructura.

LA GRAN APUESTA
Dentro de todas las propuestas los fines de semana fueron los más rendidores para Telefé donde “Zapping”, “Talento argentino”, “Susana Giménez” y los filmes que pusieron al aire cada domingo les permitieron diferenciarse de su principal competidor.
Sin embargo en las últimas semanas la estrategia de Badía comenzó a cambiar. Y, como los números son los que rigen el mercado, la gerente de programación decidió adelantar el final de “Caín & Abel” para jugar una de sus cartas más fuertes: “Gran hermano”. Es así como en 2010 puede verse la versión 2011 del “reality show” que fue sensación en más de una oportunidad en nuestro país.
Con esta apuesta Telefé‚ muestra que, pese a haber tratado de mantener durante todo el año una programación en la que primaran otros valores, el rating pudo más que sus convicciones y lentamente el ciclo conducido por Jorge Rial irá ganando pantalla cuando los programas vayan despidiendo el año. Habrá que esperar para ver si los proyectos que tiene para 2011 logran concretarse o si Telefé termina jugando las mismas cartas que El Trece.

Belén Herrera
Publicado en La Prensa.

sábado, 18 de diciembre de 2010

El verdadero amante del cine

Enrique Pinti se sumará en las próximas semanas a la pantalla de Todo Noticias donde presentará "Luz, cámara...¡Pinti!" espacio desde el que recorrerá toda la superficie de la pantalla grande. Habrá figuras invitadas y cada semana el anfitrión sorprenderá al público con sus clásicos monólogos. 

Sin fecha de estreno confirmada aún, Todo Noticias presentó "Luz, cámara...¡Pinti!" con la conducción de Enrique Pinti. Se trata de la segunda temporada de lo que fue "Pinti y el cine" que se emitió durante el año pasado en la pantalla de Canal 7.
"Este ciclo básicamente es el mismo del año pasado. Va a cambiar la escenografía y a mi me van a poner un smoking, creo que es una de las pocas modificaciones que va a haber. Además de los invitados, que van a ser todas figuras de primer nivel, va a haber un monólogo que no va a ser de actualidad porque sino a la semana siguiente no va a servir. Van a ser más que nada sobre los acontecimientos y las cosas que pasaban en la época del género que tratemos", adelanta Enrique Pinti.

EL GRAN CURIOSO
Además de su confeso amor por el cine, Pinti asegura que también le gusta mucho hablar con quienes formaron parte de los filmes: "Soy muy chismoso y muy curioso y me gusta saber qué pasó. Por eso me encantó entrevistar a Jorge Luz, a Mirtha Legrand y a Olga Zubarry porque conocen detalles de películas que yo vi cuando era chico o joven. Ellos pueden decir qué estaban haciendo de sus vidas, cómo se filmaba en aquella época y eso para mi es fantástico".
De esta manera, a lo largo de trece capítulos, el artista conversará con invitados especiales sobre diferentes tópicos entre los que aparecen: las divas del teléfono blanco, los galanes, los cantantes, las directoras, el cine gauchesco, la generación del 60 y el cine biográfico.
Si bien "Luz, cámara...¡Pinti!" abarca una gran cantidad de cintas, el protagonista reconoce que se han encontrado con algunas dificultades a la hora de elegir los títulos.
"Un inconveniente que tenemos es el mal estado en que está el material cinematográfico argentino. Hay películas maravillosas que no se escuchan ni se ven y están todas rayadas. Es un grave problema porque así se tiene que seleccionar de lo que hay en condiciones de ser mostrado".

CAMBIOS Y PROYECTOS
Con respecto al cambio de pantalla Pinti comenta: "En Canal 7 no recibimos respuesta. Estaba todo preparado para seguir ahí. Camila O"Donnell -Productora ejecutiva del programa- había hablado ochenta veces con ellos y estaban encantados pero de pronto parece que Tristán Bauer se quedó afónico, que no nos pudo atender. Lo llamaron cincuenta millones de veces y por último nos dijeron que había habido cambio de autoridades pero que lo nuestro seguía estando donde tenía que estar...en un cajón parece -comenta irónicamente- como no dieron señales llegamos a TN".
Más allá del próximo estreno de este ciclo, Pinti estuvo hasta hace algunos días rodando lo que será el próximo filme de Diego Rafecas.
"Acabo de terminar de filmar una película muy bonita en la que hago de padre Moria Casán y Nacha Guevara. Me hicieron un maquillaje estupendo que tardaban tres horas para ponérmelo y una para sacármelo. Encima le van a agregar el efecto de post-producción que usaron para "El curioso caso de Benjamin Button". Cuando era más joven daba más grande y ahora que soy viejo directamente tenía que dar más viejo todavía si quería hacer el papel, por eso me sometí al maquillaje", dice de manera graciosa.
Amante de las películas, desde pequeño, Enrique Pinti soñaba con hacer carrera dentro del cine y aunque no tuvo la oportunidad de rodar tantos filmes como él hubiese querido, hoy se saca el gusto de hablar sobre el séptimo arte con "Luz, cámara...¡Pinti!".

B. H.
Publicado en La Prensa.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un villano con todas las letras

Luis Brandoni conversó con La Prensa sobre su presencia en la tira "Caín & Abel". El actor interpreta a Eugenio Vedia, un poderoso y corrupto empresario. Conforme con su personaje y con la historia que está encarnando, asegura que no le preocupa el rating.


Después de cinco años de ausencia en la pantalla chica y alejado del papel de bonachón de Roberto Cantalapiedra en "Mi cuñado", esta vez Luis Brandoni le pone el cuerpo a un villano con todas las letras. Ya no quedan dudas, no es como aquel Antonio Musicardi de "Esperando la carroza" donde su hipocresía caía simpática detrás de sus comentarios. Ahora, de lunes a jueves a las 22.30, interpreta en "Caín & Abel" (Telefé) a Eugenio Vedia, un empresario de la construcción que se mueve dentro de un nivel de corrupción que sólo el poder y el dinero pueden dar.
"A mi me gusta mucho el papel porque me permite encarar un personaje de características distintas a otros que he hecho. No es el primer canalla que hago, hice algunos otros en clave de comedia, pero este es muy lindo y me parece que todavía le queda mucho por hacer", afirma Luis Brandoni en diáogo con La Prensa.

EL GRAN REGRESO
Pese a no haber sido convocado en estos últimos años para hacer televisión, Brandoni asegura que no extrañó trabajar en este medio: "Yo no soy un actor de origen o de una gran trayectoria de televisión. Lo he hecho en reiteradas ocasiones, pero yo le he perdido el miedo a no trabajar en tevé. De hecho yo he vivido sin ella -estuvo ocho años alejado de la pantalla chica durante la dictadura- lo que no puede decirse que no sea un medio de un impacto extraordinariamente importante y además cuando le toca a uno hacer un programa de una gran factura técnica, hecho con mucho respeto, con cuidado como el que estamos haciendo esto es muy halagador".
Con respecto al bajo nivel de audiencia que está experimentando la novela desde su debut, Brandoni dice: "El rating no es un problema mío. No es mi responsabilidad. Nosotros trabajamos con el mismo fervor. Hay programas que tienen mucha audiencia y otros que no y hay ciclos que son buenos y otros que no. A veces se juntan ambas cosas y otras no. Yo lo que creo es que estoy haciendo una buena ficción de modo que desde ese punto de vista estoy muy satisfecho".

CUESTIONAMIENTOS
"Las cosas están tan tergiversadas que ahora se habla sobre si tiene rating o no un programa. A mi me gustaría que se consideraran dos cosas: si tiene audiencia y qué tal es esa producción. La verdad es que la novela tiene un gran prestigio. Creo que está muy bien hecha y no nos acompaña el rating, la medición de audiencia será así porque hay otros programas que tienen más. El canal eligió este horario y es una estrategia pero lo que no me gusta es que hayan involucrado al público entonces ellos piensan que es bueno si tienen rating y no es así. Hay programas horribles, bochornosos que miden bien y hay otros buenos que no. Pero si todos hiciéramos programas para tener rating sin evaluar si son buenos o malos la televisión sería mucho peor de lo que es", comenta críticamente el actor.
Con más de cincuenta años de trayectoria dentro del mundo del espectáculo Brandoni asegura que la falta de ficción actual responde a una moda pero que pronto cambiar. "Hay mucho menos de las que hubo históricamente pero esas son cosas de modas, que vienen y se van. Tal vez el año que viene haya más historias que este año".
Sin proyectos concretos pero con ganas de hacer teatro el próximo año, Luis Brandoni se luce cada noche con su personaje en "Caín & Abel". Alternando entre la maldad y la vulnerabilidad de ver a un hijo muerto y a los otros enfrentados, él despliega sus dotes actorales reafirmando por qué lleva tantos años dentro del mundo del espectáculo.

Belén Herrera
Publicado en La Prensa.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Los secretos familiares

“Caín & Abel”, la novela de Telefé que no rinde pero interesa. Pese a que no alcanza los niveles de audiencia esperados, la historia producida por On Tv se muestra sólida y con destacadas actuaciones. En las últimas horas fue reconocida por el INADI.


Pensar que el nivel de rating de un programa de televisión está directamente relacionado a la calidad del mismo es una creencia tan simple como falsa. Existen en la televisión argentina una gran cantidad de ciclos rendidores que sin embargo carecen de un contenido interesante y a la inversa ocurre con producciones de muy buena calidad que no miden de la manera deseada.
Este es el caso de “Caín & Abel” (lunes a jueves a las 22.30, en Telefé), una telenovela sólida y con un reparto de primeras figuras que no supera los 10 puntos de rating según Ibope.
Sin lugar a dudas, esta situación no deja de sorprender porque realmente el argumento presenta matices interesantes. En cada capítulo uno puede sumergirse en diferentes historias que van desde el amor, la venganza, la traición hasta la violencia de género, siempre relatados con un ritmo que atrapa. De hecho en las últimas horas la ficción producida por On Tv fue declarada de interés público por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) por su compromiso y tratamiento en esta temática.

ETERNO DILEMA
La trama gira alrededor de la familia de Eugenio (Luis Brandoni) y Consuelo Vedia (Virginia Lago). El un empresario de la construcción que tras su apariencia de hombre serio esconde todo tipo de canalladas. Ella, una ama de casa fría que se quiebra al ir conociendo los secretos de su marido y sus hijos. El resto del círculo lo completan Simón (Fabián Vena), Agustín (Joaquín Furriel), Beatriz (Mara Bestelli) y Santino (Juan Bautista Greppi), sus cuatro hijos.
Con ellos surgen historias diferentes. Por un lado el enfrentamiento que une desde hace años a Simón y Agustín, cuando ambos se enamoraron de Valentina (Vanesa González). Por el otro la realidad que le toca vivir a la £nica mujer de la familia, Beatriz, casada con Alfredo (Federico D'Elia), un hombre que la maltrata.
Además está Leonora (Julieta Cardinali), una chica que tras la desaparición de su hermano -asesinado por los hombres de Vedia y que también era hijo del patriarca- ingresa al círculo familiar y se enamora de Agustín, el bueno de esta tira.
Sólida por donde se la mire y convincente en todas sus actuaciones, “Caín & Abel” muestra que en la Argentina se pueden hacer ficciones que no tienen nada que envidiarle a las extranjeras. Un sólo punto le juega en contra a esta historia: su horario. De sus cuatro emisiones, tres compite directamente con el año más rendidor de Marcelo Tinelli. Y es ahí donde se explica que no está funcionando bien. Sin embargo catalogarla de fracaso, pese a que los números no la acompañan, sería caer en el eterno dilema.  ¿El rating puede reflejar la calidad de un ciclo? Este ejemplo demuestra claramente que esto no es así y que el público no siempre elige lo que es bueno.

Belén Herrera
Publicado en La Prensa.